lunes, 9 de julio de 2012

En Querétaro


Hace tantos años que trabaje en Amealco (1987-1992), pero no en la cabecera municipal, sino en un rancho a 40 minutos de este, San Miguel Tlaxcaltepec es su nombre, hay una escuela rural de 12 grupos, director y conserje, la mayoria de los niños eran otomíes en aquella época trabaje con el método global de análisis estructural, obteniendo en ese tiempo mágnificos resultados (29 de 31 aprendieron a leer), pero a que viene este pequeño recuento de mi paso por ese lugar, es ahí donde conviví con muchos compañeros fueron 5 años en los que compartimos muchos momentos, fiestas de rancho, comidas, partidos de futbol, excursiones y concursos; regrese hace poco (mayo 2012) y di una vuelta por el municipio a la espera de encontrarlos, mi sorpresa fue mayúscula al encontrar a Angélica, Esther, Dagoberto, Epifanio y a Jesús, un breve resumen de nuestras vidas, de la pérdida de un ser querido o de la muerte de compañeros nos dimos cuenta que han pasado 20 años desde que salí de ahí, al verlos y recordar lugares me lleno de alegría, de tristeza, esa conjuncion de emociones que se arremolinan y estallan, me doy cuenta que cada uno va cambiado y las conversaciones se centraron en el ayer, de lo vivido, de lo compartido, pero del hoy no hay coincidencia, solo una sonrisa por lo que cada uno dice que ha logrado, nos remontamos otra vez al ayer y recordando esas caminatas, esos bailes, ese momento temporal que no regresará, el sábado 7 de julio compartí los XV años de la hija de Jesús, conocido en su pueblo como DON GAYOSSO, disfrutando de la fiesta sin cruzar un comentario, sin poder compartir una breve conversación, porque tenía que atender a todos los invitados, será después cuando sea posible o no será ya nunca más, no lo sé...

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