Hay un escritor escondido en cada uno de nosotros, ya que a través de la escritura se dejan escapar las emociones, se expone los sentimientos, se destapa los atavismos; para hacer esto, primero se escribe en el aire cuando se conversa, cuando se difunde lo contenido en el alma y hay un escucha, se logra ese conecte con el otro, es entonces que el escribir es transferir esa conversación, asentar las ideas en el papel donde se exprese lo que se siente, para que cuando un lector lo tenga en sus manos sea capaz de interpretar la experiencia de vida, que pueda iniciar un productivo viaje al interior; aunque este arte no es sencillo, ya que no es suficiente escribir ideas, se debe transferir también lo que provoco en el individuo lo que fue posible transformar en su interior y dejar expuesta el alma; se inicia al tener una hoja de papel en blanco acompañado con una pluma en la mano, es iniciar una batalla difícil de ganar, pero al plasmar la primera idea lo demás será más sencillo, claro que a veces se nos acaban las ideas y tarda mucho en regresar la inspiración o el que más poner y son poco los que se atreven ha hacerlo; leí Bonitas Palmeras y encontré a una mujer excepcional, capaz de exponer sus emociones, de darse la oportunidad de que conozca el amor que siente por su tierra, por su familia, de esos individuos que la acompañan en el hoy y ayer, que comparten el gusto de las letras, de los textos emotivos, llenos de amor y sobre todo que permiten una conexión entre los individuos.
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