Tu llegada, tu partida!!

Iker es tu nombre, con el que te reconocía tu papá desde que supo que estabas presente en el vientre de tu mamá, también te decía "mi piecesito", porque dabas señal de que caminabas por dentro y dejabas huella en la panza de ella, pasaron 9 meses desde que nos dieron la noticia de que venías, la alegría de ellos era contagiosa, era una felicidad que empezaron a irradiar después del luto que guardaron por Renata, si la nena que en febrero del 2012 no pudo disfrutar del amor de ellos y tuvo que marcharse; el nacimiento de Iker fue el  16 de marzo de 2013 a las 11:00 aproximadamente, Erik feliz por el acontecimiento, los doctores mencionaron que todo estaba bien, que todo marchaba de maravilla, que Iker tenía una excelente ¡salud!, permanecerían los tres en el cuarto de hospital para ver su evolución, para poder saber que no habría ninguna complicación, sábado y domingo compartieron la alegría de estar juntos, de saberse integrados en esa familia nueva; salieron el domingo en la tarde y partieron a su casa, todo para ajustar los nuevos roles familiares, los cuidados que cada uno deberá dar al pequeño, al ajuste de la rutina para poder verlo adaptarse y crecer en su casa; una buena noche, un pequeño contratiempo el lunes, ¡cólicos, malestar estomacal! dijeron los doctores cuando lo revisaron y enviaron de nueva cuenta a su casa y el martes se complico la situación, entraron al hospital a las 12 del día del martes 19, llegaron apresurados después de notar que estaba inquieto, que sus labios tenían un color azulado y su piel se torno pálido, entro al área de terapia intensiva, aplicaron oxigeno, dieron masaje, lo metieron a la incubadora, era un pequeño guerrero que hacia lo posible apoyado con los doctores para salir adelante, pero todo fue infructuoso, a las 17:00 dejo de ¡pertenecernos!, dejo este mundo, partió y dejo otro enorme hueco en el corazón de la familia, acrecentó la ya de por si profunda herida en el alma de mi hermano y de mi cuñada; ya ha partido el pequeño IKER, quien duro unas horas, su presencia en la tierra fue motor de alegría momentánea y de una tristeza profunda ante su alejamiento en el mundo del hombre; hoy en algún lugar esta este pequeño acompañado por su hermanita, los dos compartiendo un nuevo hogar, alejados de los mortales pero que fuimos capaces de volcar la gran felicidad de ver un nuevo pequeño guerrero. La tristeza y el dolor es innegable.

¿Por qué te fuiste?

Ha pasado mucho tiempo desde que te perdí, no, no fue una separación por decisión de ninguno de los dos, no hubo una afrenta entre nosotros para diera por terminada nuestra relación, que recordándola ¡era excelente! porque era de encuentro, de entrega, de ¡amor!, si esa palabra extraña que pocas veces mencionamos y que dificilmente sabemos que se anida en nuestra mente, el amor, sentimiento que muchas veces se pretende racionalizar y que espontáneamente explota en el corazón y que me pasa comúnmente, lo que me lleva a recordarte constantemente, que me hace sentir tu cercanía y paradojicamente tu lejanía, pronto cumpliremos ¡8 años de separación! se cumplirá otro año más de que me abandonaste, que me dejaste con mis emociones y sentimientos a flor de piel, por que me enseñaste a ¡querer!, por que me permitiste ¡amarte! por que me dejaste que me equivocara y perdonaste muchos de mis errores y en algunas ocasiones mi alejamiento inconsciente, fuiste paciente para que a cada palabra que expresabas me enseñará y a veces era testarudo en aprender; cuento otro día más de que no estas, que te fuiste, que tu despedida fuera tajante en un sueño, y que muchas veces mencionabas con los ojos ¡te quiero cabrón!, y al final lograste decirlo; fue mucho tiempo que compartimos, que aprendí a darte un beso sin necesidad de tocarte, de sentir tu cercanía gracias a un libro, de sentirme pertenecido en tu mundo, de sentir que en ese ir conociendonos me fui conociendo por lo que fui evolucionando y pude ser capaz de expresar el enorme amor que sentía y siento ¡por ti!, hoy solo tengo tu esencia, tu recuerdo, tu foto que me dice que todo es posible, que  el obstáculo único que detiene el crecimiento del hombre es el ¡no puedo!, sigue pasando los días, los años y se acumulan los segundos desde que te fuiste... y parece que fue ayer cuando te deje de ver, que parece que fue hace unos minutos que deje de sentir tu calor, que fue hace unos segundos que te vi irte.... sabes cuando partiste no sabia que hacer con este amor acumulado, no sabia como sanar el dolor por tu partida, no tenía la menor idea de que decir cuando me preguntaban por ti...y no sabia que hacer ahora que ya no estabas,  por dentro me desmoronaba, por dentro el enorme amor se partía y se incrustaba en mis ojos queriendo salir en un torrente de lágrimas, que contenía recordándote en tu frase ¡lo que sientes es solo tuyo!, no lo entregues a nadie, porque dificilmente te entenderá... ha pasado tanto tiempo sin ti que parece que los diez años que compartimos solo había sido unos minutos y al hacer una introspección puedo decir que: añoro ¡si!, te extraño ¡si!, quisiera encontrarte y darte un beso como muestra de mi inmenso amor ¡si!, pero eso no es posible por que no estas, porque no es posible ese encuentro deseable, por lo que me conformaré con traerte a mi mente y recordar lo grande que eras y que cada enseñanza vertida en mi, ¡esta presente! ¿por qué te fuiste...?